
Para todo gran aficionado al cine, más allá de quienes intentamos tener nuestro hueco como prensa dedicada a la crítica cinematográfica, el Festival de San Sebastián es el principal evento cinéfilo anual acontecido en nuestro país.
En varias ocasiones he asistido y cubierto -sigo haciéndolo- como prensa varios de los festivales de cine más importantes en España: he ido a Málaga varios años y es habitual que podáis leer mis crónicas desde la Seminci en Valladolid y del FICX en Gijón cada temporada. Sin embargo, San Sebastián siempre se me ha resistido. Por una u otra razón -casi siempre por motivos laborales o académicos- jamás había podido acudir y cuando tenía la posibilidad, algo inesperado se torcía en el último momento. Es por eso que decía sufrir «la maldición de Donosti».
Este año he conseguido romper esa mala tradición pero solo parcialmente: no podía acudir toda la semana, pero no quería renunciar una vez más al festival, por lo que finalmente he podido ir tres días -para ser más concreto, dos días y medio- a la preciosa ciudad vasca. Como mi estancia iba a ser tan corta, consideré que lo más coherente era viajar como cinéfilo y no en calidad periodística, razón por la que decidí no pedir la acreditación de prensa. Me pareció lo más honesto: cuando cubro un festival le dedico tiempo y trabajo a mis escritos. Si no iba a poder otorgarle el mimo y la cobertura necesaria, no merecía la pena que me acreditase.
Mi misión fue simplemente ver el mayor y mejor número de películas posibles y éste fue un objetivo conseguido: visioné trece filmes en dos días y medio y la calidad media de los mismos no puede ser más elevada. Ha sido toda una gran experiencia que estoy deseando repetir -aunque, si pudiera ir más días, me acreditaría- y he pensado que aunque fuese de un modo más personal que otras veces y desde luego, más reducido, debía dejar constancia por escrito de las sensaciones que me han deparado las películas que he degustado en el 72SSIFF.
Éste sería, aproximadamente, mi ranking de todas ellas y unas breves pinceladas de lo que me parecieron.
13) El jockey – Luis Ortega – Argentina – Horizontes latinos
No he conectado con «El jockey» y es una pena, porque creo que su discurso identitario está completamente al servicio de su brillante envoltorio, pero no al contrario. También me resulta deliberadamente enrevesada con la intención de parecer más interesante de lo que es.
12) The end – Joshua Oppenheimmer – Dinamarca – Sección Oficial
No es ningún desastre, pero siento que no funciona tan bien como debería con los mimbres que posee: un elenco espectacular, una escenografía increíble y números musicales muy clásicos. Le sobra metraje y un poco de grandilocuencia.
11) La luz que imaginamos – Payal Kapadia – India – Perlak
A pesar de resultarme algo dispersa, esta historia sobre dos generaciones de mujeres indias y su distinta forma de afrontar los matrimonios concertados desprende cierta magia, sea por lo bonito de su guion o por su refrescante tono jovial.
10) To a land unknown – Mahdi Fleifel – Palestina – Zabaltegui
Es una interesante cinta sobre dos inmigrantes en Grecia que caen en una vida delictiva en su afán por irse a Alemania con el anhelo de que ahí sí, sea la tierra de su oportunidad. Podrá verse en noviembre en el FICX dentro de la sección Crossroads.
09) Los destellos – Pilar Palomero – España – Sección Oficial
Posee el sello indiscutible de Palomero. Se trata de una obra sensible, cargada de luz y humanidad en la que se trata la importancia del acompañamiento en el proceso de la enfermedad y la muerte. Su pausado ritmo puede desconectarte en algunos pasajes.
08) Cuando cae el otoño – François Ozon – Francia – Sección Oficial
Puede parecer una obra menor pero cuidado con subestimarla porque funciona como un tiro. Su guion está perfectamente engrasado y todo el reparto cumple. Ligera, divertida y con un punto de atrevimiento. Celebremos.
07) Cónclave – Edward Berger – Reino Unido – Sección Oficial
A pesar del abuso que hace de sus efectos sonoros para generar tensión cuando no es necesaria, me ha divertido mucho y ha generado carcajadas y aplausos espontáneos en mitad de la proyección. Fiennes está espectacular y con claras opciones de Óscar.
06) Aún estoy aquí – Walter Salles – Brasil – Perlak
Este drama político basado en el libro de uno de sus personajes consigue recrear su nostalgia familiar y potenciar su reivindicación contra las consecuencias de la dictadura brasileña. Espléndida Fernanda Torres.
05) Memorias de un caracol – Adam Elliot – Australia – Perlak
Además de ser una auténtica proeza visual logra resultar divertidísima, pese a contar la historia más triste del mundo, gracias a un brillante guion cargado de humor negro y de amor y ternura hacia el patetismo de sus personajes. Una joya.
04) Bird – Andrea Arnold – Reino Unido – Perlak
Me ha encantado «Bird» en conjunto pero para mí donde brilla más es en su faceta natural, cuando retrata la realidad social de una familia desestructurada en los bajos fondos y las pandillas callejeras y no en sus partes fantásticas. Curiosa y atrapante.
03) La sustancia – Coralie Fargeat – Reino Unido – Perlak
Es… toda una experiencia. Una película absolutamente inédita que arroja toneladas de sangre, vísceras y humor negro a la cara del espectador mientras critica ferozmente el edadismo imperante en la sociedad y la esclavitud de la imagen. Una locura hermosa.
02) La semilla de la higuera sagrada – Mohammad Rasoulof – Irán – Perlak
Es buenísima. Uno de los mayores alegatos por la liberación femenina que hayamos podido ver en un cine. Tremendamente valiente, es una obra crudísima que denuncia sin cortapisas la represión iraní, la violencia policial y la pena de muerte.
01) Emilia Pérez – Jacques Audiard – Francia – Perlak
Es una bomba. Una película-espectáculo irrepetible y sabes tras su visionado que nunca la olvidarás. El salto al vacío de Audiard es una lección para quienes no diferencian identidad de orientación sexual y una bofetada a numerosas teorías conspiratorias identitarias. Un óscar para Zoe Saldaña, por favor.
