En esta primera crónica festivalera reseñaré «Polvo serán», «My favourite cake» y «Verano en diciembre», de la Sección Oficial, así como «Bird» y «A different man» de Constelaciones.

La Seminci ha alcanzado su edición número 69 y desde Golden Cinema será la cuarta consecutiva que cubra en su totalidad. Para ello me he trasladado diez días a Valladolid, desde donde redactaré nueve crónicas diarias, ya que una de las novedades de esta temporada es que el elevado número de películas seleccionado -más de 200- requerirá de un día añadido a los ocho habituales del evento. Así, la 69ª Seminci ha comenzado el viernes 18 de octubre y, aunque he de decir que me habría gustado que informasen sobre ello con mayor antelación para las gestiones hoteleras pertinentes, este cambio es muy positivo para poder visionar un mayor número de obras en un año en el que la calidad y la cantidad de las cintas proyectadas ha alcanzado una nueva cima. La presencia de Cienfuegos, por segundo año, en la dirección está más asentada y se percibe de forma notoria.

Otra de las novedades de esta edición radica en la aparición de una nueva sección: «Constelaciones», en la que visionaremos la película más reciente de algún importante director que ya ha estado en años anteriores en la Seminci. En 2024 es el turno de Jacques Audiard, Mike Leigh, Andrea Arnold, Mohammad Rasoulof, Costa-Gavras y Aaron Schimberg. Casi nada.

Desde Golden Cinema mi cobertura va a incluir todas las películas que visione en el festival durante estas nueve jornadas, pero también reseñaré aquellas que he visto anteriormente en pases previos u otros festivales y que se puedan disfrutar ese día en la Seminci. Sin más preámbulos, comienzo con mi primera crónica de esta edición.

SECCIÓN OFICIAL

Polvo serán – Carlos Marqués-Marcet – España

La película que inaugura el festival y la Sección Oficial a concurso es uno de los estrenos españoles más esperados del año. «Polvo serán» estuvo seleccionada dentro de la sección Platform del festival de Toronto y terminó resultando vencedora del único premio otorgado allí por el jurado, uno de los grandes logros obtenidos por el cine patrio este 2024.

Cinco años han transcurrido desde el estreno de la anterior cinta de Carlos Marqués-Marcet. «Polvo serán» es el cuarto largometraje de ficción del director catalán tras sorprender con su debut «10 000 km» y continuar una trayectoria muy sólida e interesante con «Tierra firme» y «Los días que vendran», películas que confirmaron su sello personal y su evidente talento.

No podría haber habido un inicio mejor para la Seminci que éste. «Polvo serán» coreografia el dolor físico y emocional sin perder la afinación. Aunque sus números musicales son escasos tienen un altísimo nivel y una marcada esencia española, se nota la mano de María Arnal. La película es atrevidísima en lo formal y casi osada en lo textual. Lleva el debate de la eutanasia un paso más allá al incluir la figura de la persona sana físicamente que decide terminar con su vida, poniendo sobre la mesa la interrogante sobre el acto. ¿Es egoísta? ¿Un signo de debilidad? o ¿Un ejercicio de libertad?

La dirección de «Polvo serán» debe ser reconocida con más que elogios: merece premios. También su apartado artístico: música, fotografía, vestuario, puesta en escena. Y por supuesto, el elenco. Ángela Molina lleva a cabo un complicado papel en el que cierta exageración tiene lógica y cabida, por lo que su interpretación, que podría parecer un poco histriónica en algún pasaje, encaja sin problema. Además irradia luminosidad con su mirada. Alfredo Castro derrocha ternura y es el perfecto partenaire para Molina. Juntos tienen complicidad y química, resultan creíbles y él lleva gran parte del peso de la trama a sus espaldas. Sorprende también la actuación de la debutante Mónica Almirall, que debería ser fija en todas las quinielas a los Goya como actriz revelación, estupenda en una secuencia/speech y en su número musical.

Desconozco cómo encajará «Polvo serán» en la futura temporada de premios española pero cualquier Academia audaz debería tenerla muy en cuenta en la mayoría de categorías. Sería además una extraordinaria candidata para los Óscar 2026. «Polvo serán» deslumbra y da para reflexionar. Una verdadera joyita.

Su estreno en cines está previsto el 15 de noviembre de 2024.

Valoración Golden Cinema:

Mi postre favorito – Maryam Moghadam & Behtash Sanaeeha – Irán

«Mi postre favorito» es una de las películas a competición en la Sección Oficial de la 69ª Seminci tras su destacable paso por la Berlinale, donde recibió numerosos elogios de la crítica especializada. Se trata de la segunda obra de este dúo iraní, que ya compitieron en la SO pucelana hace tres años con su interesantísimo debut, «El perdón» con el que ganaron el premio a la mejor dirección.

La cinta retrata el día a día de una entrañable mujer de 70 años, viuda desde hace treinta, que vive sola desde que su hija se mudó a Europa. Ella no está conforme con la realidad que está asolando el país, con la forma de actuar de la policía de la moral, y busca una segunda oportunidad para ser feliz en su vejez, hasta que conoce a un también adorable taxista divorciado, también de setenta años, con el que el amor parece fluir de nuevo.

No tengo dudas de que esta notable película será una de las preferidas por el público en esta Sección Oficial. La magnífica interpretación de su dupla protagonista es una de sus mayores bazas, consiguiendo recrear a la perfección lo enternecedores que resultan ambos personajes. Sin embargo, pese al dulce humor y la ternura que recorre su metraje no hay que olvidar que estamos ante la cinta de un dúo de directores iranís combativos -tras realizar esta cinta, el gobierno ha retirado sus pasaportes prohibiéndoles salir del país- y su guion encierra más de una sorpresa, además de incluir píldoras de crítica social sobre la situación allí.

Se trata de una película triste, guerrera y alegre a la vez, que centra la mayor parte de su metraje en el anhelo por vivir y disfrutar del mundo, intentando que sea un lugar mejor, de una generación de personas mayores que muchas veces no tiene este protagonismo en el cine.

Su estreno en cines está previsto el 28 de marzo de 2025.

Valoración Golden Cinema:

Verano en diciembre – Carolina África – España

Fuera de concurso, pero dentro de la Sección Oficial, nos encontramos con el debut en la dirección de la actriz Carolina África, quien también ha dirigido esta obra en el teatro. Se trata, por tanto, del estreno en España de una de las películas que optará dentro de unos meses a la candidatura a la nominación en la categoría de dirección novel en los próximos Goya, entre otras posibles.

«Verano en diciembre» se desarrolla en un hogar en el que se encuentran una madre junto a sus cuatro hijas y su suegra, que padece demencia senil, en una reunión familiar para conmemorar el aniversario de la muerte del padre. Las distintas personalidades de las hermanas provocan distintos conflictos con los que han de lidiar junto a sus propias frustaciones y miedos.

A juzgar por la reacción del público en el teatro, «Verano en diciembre» es una comedia costumbrista que puede conectar muy bien con la gente y lograr una buena taquilla si se la publicita adecuadamente. Sin embargo, cinematográficamente acusa el trasvase teatro-cine al perder cierta naturalidad y frescura en esta nueva versión, que resulta muy televisiva y cuya construcción de sus personajes me resulta un tanto arquetípica. Ver a su popular y destacado reparto pasándoselo bien al servicio de un guion muy cómico puede tener mucho tirón, aunque personalmente no haya conectado con ella.

Su estreno en cines está previsto el 8 de noviembre de 2024.

Valoración Golden Cinema:

CONSTELACIONES

Bird – Andrea Arnold – Reino Unido

Fue una de las películas más ensalzadas por la crítica dentro de la Sección Oficial del pasado Festival de Cannes y tras estrenarse en España en la sección «Perlak» del Zinemaldia de San Sebastián, «Bird» podrá verse estos días en la Seminci pucelana gracias a su aparición en «Constelaciones».

Ocho años después de su anterior largometraje de ficción, Andrea Arnold ha estrenado su quinta película, «Bird», cosechando una muy buena recepción crítica. La directora británica cuenta en su haber con obras tan estimables como «Fish Tank» o «American honey» y su especialidad a la hora de retratar las problemáticas de las clases menos favorecidas económicamente, de las familias desestructuradas y de la vida de los suburbios han sido fundamentales para hacer brillar su nueva obra, una cinta muy especial que mezcla el cine social con el fantástico, aunque triunfa más en lo primero que en lo segundo.

En «Bird» seguimos el rastro de Bailey, una niña de doce años que vive junto a su padre y su hermano en una casa ocupada del norte de Kent. Ante los problemas caseros y la falta de comunicación con su padre, que está planeando casarse, vive sus propias aventuras relacionándose con una pandilla callejera y visitando a sus hermanas y su madre, quien convive, en la miseria, con un novio maltratador. La oscuridad de la vida de Bailey da lugar a cierta curiosidad cuando conoce a un extravagante personaje.

El nuevo filme de Andrea Arnold, por tanto, se adentra en el realismo mágico como vía de escape de la crudeza de la vida diaria y tiene en su honestidad y en la interpretación de Barry Keoghan, como ese alocado padre que difícilmente puede ejercer de figura paterna cuando nunca ha dejado de ser un niño, dos de sus principales bazas. La banda sonora, que utiliza con acierto canciones míticas noventeras, y la fotografía de Robbie Ryan son otros aciertos de una película que consigue mantenerse en la psique del espectador tras su visionado.

Su estreno en cines está previsto para el 29 de noviembre de 2024.

Valoración Golden Cinema:

A different man – Aaron Schimberg – USA

Tras su paso por la Sección Oficial de la pasada Berlinale, donde Sebastian Stan cosechó el Oso de Plata a la mejor interpretación principal, «A different man» se presentó en España dentro de la SO del Festival de Sitges y ahora podemos verla en las «Constelaciones» de la 69ª Seminci. Se trata de la tercera película del director estadounidense Aaron Schimberg y tras su premio en Berlín, la actuación de su protagonista aparece tímidamente en algunas quinielas para los próximos Óscar.

En «A different man» seguimos la estela de Edward, un actor neoyorkino que padece neurofibromatosis y se somete a un experimento para erradicarla. Sin embargo, cuando esto ocurre y su rostro parece el de un auténtico modelo, su vida entra en una espiral de negatividad y todos sus proyectos personales y profesionales se frustran, especialmente desde que conoce a otro hombre con su misma enfermedad.

Este argumento, potencialmente dramático, se torna en el de una comedia satírica, cargada de mala leche y francamente disfrutable. Esto no es óbice para que la película encierre múltiples lecturas y nos permita reflexionar sobre el capacitismo y la forma en que la sociedad observa y trata a las personas que tienen algún tipo de enfermedad o de discapacidad, pero también sobre la identidad, las máscaras que nos colocamos como auto engaño y la forma en que es imposible escapar de uno mismo, así como del modo en que nuestra actitud es vital para el transcurrir de los acontecimientos.

Una de las mayores fuerzas de la película radica en la calidad de sus interpretaciones. Renate Reinsve y Adam Pearson están fantásticos en sus respectivos papeles, especialmente él, pero Sebastian Stan demuestra nuevamente que éste es su año al regalarnos una (otra) interpretación descomunal que los Óscar no deberían ningunear.

Valoración Golden Cinema: