Una de las películas españolas más aclamadas y esperadas en los últimos años por su magnánima producción se ha estrenado en pleno día de Navidad. Palmeras en la nieve, adaptación de la primera novela de Luz Gabón, podría suponer un paso adelante para nuestro cine en cuanto a capacidad de llevar a la gran pantalla una auténtica super producción, al contar con presupuesto, unos parajes maravillosos y rebosar epicidad.
La historia de Palmeras en la nieve transcurre en dos períodos: en el actual, con una Adriana Ugarte que quiere conocer sus raíces y lo que realmente sucedió con su padre y su tio, y en los años 50, en los que el personaje central, a cargo de Mario Casas, abandona la zona rural de Huesca donde habita para adentrarse junto a su hermano en una antigua colonia española en Guinea Ecuatorial.
A lo largo de sus – a todas luces, excesivos – 163 minutos de metraje, Palmeras en la nieve evoca a aquellas grandes historias y notables películas sobre la época colonial, como Memorias de África. Sus espectaculares paisajes, su fotografía, su fantástica banda sonora y en general, el apartado técnico de la película, juega a su favor, logrando esa epicidad buscada. Sin embargo, es fácil pensar con frecuencia que este material es más propio de una teleserie que de una película.
Palmeras en la nieve cuenta con numerosos rostros conocidos pero la dirección de actores en general no ha sido su apartado más cuidado. Mario Casas tiene una presencia imponente pero dificultad para vocalizar y eso supone un problema demasiado importante. Destaca la breve aparición de Gutiérrez Caba, la luz que emana de Macarena García y sobre todo, el carisma de Berta Vázquez, que resulta la mejor parada en cuanto a su actuación, pese a tener una menor trayectoria que la mayoría de sus compañeros de reparto.
En definitiva, Palmeras en la nieve, termina siendo una entretenida – pese a su larga duración – película que, en cambio, se queda a medio gas de las aspiraciones que parecía perseguir. El taquillazo está asegurado, de eso no cabe la menor duda.
Puntuación: 6 / 10