Si existe un tópico por excelencia sobre los argentinos ese es el que les asocia con un tipo de personas vanidosas y seguras de sí mismas. Si el argentino en cuestión además es escritor y acaba de recibir el premio Nobel de Literatura, del que reniega porque considera como la tumba de la libertad artística – tema casualmente de rabiosa actualidad tras lo ocurrido con Bob Dylan, por otra parte – tiene la justificación perfecta para estar más endiosado si cabe.
Lejos de rechazar este tópico, la cinta de Mariano Cohn y Gastón Duprat aprovecha el mito para la construcción del personaje principal, fantásticamente interpretado por Óscar Martínez que resultó premiado por ello en el festival de Venecia, a la par que retrata su pueblo natal como un lugar un tanto cateto que celebra el regreso del laureado escritor como si de un Bienvenido Mr Marshall se tratase, al menos hasta que otros sentimientos más primitivos cobran mayor fuerza.

Aunque la película está plagada de irónico sentido del humor, sin miedo a abrazar tópicos y a reírse de sí mismos, poco a poco se va tornando más oscura y el regreso momentáneo del Nobel a sus orígenes, de los que renegaba en sus novelas, termina por reflejar en su máximo esplendor dos pecados capitales: la vanidad del escritor y la envidia de aquellos que habrían deseado prosperar en lugar de quedarse atrapados allí, algo que de algún modo también le ocurría a él, pues no era capaz de escribir sobre otro lugar aunque nunca quería regresar.

El ciudadano ilustre ganó la Espiga de plata en la Seminci y es la cinta elegida por Argentina para representarles en la próxima edición de los Oscar. Esto puede resultar chocante en los primeros compases del metraje por tratarse de una comedia – negra, eso sí – pura y dura, pero según avanza y se torna más turbia logra mantener al espectador en una extraña tensión, contagiando las sensaciones del protagonista. Pese a todo, la parte cómica tal vez sea más redonda, pero se agradece el vuelco que convierte a la película en más especial y única. En definitiva, se trata de una buena propuesta fílmica, recomendable de ver y a la que tampoco sería un disparate ver nominada al Oscar como mejor película en habla no inglesa aunque haya otras candidatas más evidentes.
Puntuación: 7 / 10