Dos hermanos, atracadores de bancos, protagonizan junto al ranger a punto de jubilarse que intenta darles caza, esta película a medio camino entre el western moderno y la road movie de manual.

Comanchería se ha convertido en una sensación cinematográfica y está recibiendo aplausos y premios por doquier, siendo referenciada en la mayoría de listas sobre las películas del año para algunas de las instituciones americanas más importantes.

Cabe preguntarse por qué una cinta en apariencia tan convencional ha logrado tamaño éxito crítico y la respuesta va más allá de su excelente apartado técnico, de su preciosa fotografía o de lo bien dibujados que resultan sus personajes, fantásticamente interpretados para más inri, con especial mención a Jeff Bridges.

Lo que diferencia Comanchería de otras películas al uso es principalmente su perspectiva socio-económica: el hecho de que los protagonistas no son atracadores porque sí, sino que intentan solucionar por la única vía que les queda la precaria situación en que se ha visto su familia, el matiz de que los atracos sean también una venganza en sí misma hacia los mismos bancos que les han arruinado y en los que finalmente la familia vuelve a recuperar el que era su dinero.

En esa línea se encuadra la conversación final entre atracador y ranger que resulta tan esclarecedora y que sirve como perfecto cierre del film.

Valoración: 6 / 10