
En esta primera jornada festivalera he asistido al estreno de «Libertad» y «A Hero» de la Sección Oficial y «La vida era eso», de Spanish Cinema.
23 de octubre de 2021. Valladolid se engalana un año más para dar lugar a uno de los festivales de cine más longevos de nuestro país, con 66 ediciones a sus espaldas: la Seminci. En esta ocasión y para Golden Cinema, he viajado a la ciudad pucelana con el propósito de analizar las películas pertenecientes a una sección oficial muy prometedora y también algunas otras cintas exhibidas en distintas secciones paralelas del festival. Esto es lo que me ha deparado la jornada del sábado:
SECCIÓN OFICIAL

La elegida para inaugurar la sección oficial de la 66ª Seminci ha sido «Libertad», el debut en el largometraje de Clara Roquet, que ya había sido seleccionada previamente en el festival de Cannes para ser exhibida en su «Semaine de la Critique» donde cosechó numerosos elogios. Algunas voces comparan esta cinta con «Verano 1993», la ópera prima de Carla Simón, con la que comparte su estilo naturalista, su pausado ritmo y su querencia por el costumbrismo. Sin embargo, encuentro más paralelismos con la también estupenda «La inocencia», primera película de Lucía Alemany, y con la interesante «El ombligo de Guie Dani», de Xavi Sala .

«Libertad» se adentra en temáticas tan diversas como los problemas relacionales entre madres e hijas, la llegada de la adolescencia, el clasismo institucionalizado o el sufrimiento e incomprensión familiar ante la crudeza del alzheimer. La película se atreve con todo esto desde la coherencia y la tranquilidad, lejos del batiburrillo que podría haber sido en otras manos.
En su aspecto formal, la cinta se caracteriza por la consecución de escenas cortas que muestran momentos cotidianos que ayudan a comprender mejor a sus personajes, y por la reiterada utilización de diálogos fuera de plano. Respecto a las categorías técnicas deslumbra la fotografía de Gris Jordana.

El reparto de la cinta cumple, si bien destacaría la interpretación de la joven Nicolle García, que resulta magnética y ayuda a entender la fascinación que la protagonista siente por ella desde el primer momento.
En definitiva, nos encontramos ante un debut más que notable, una directora a tener en cuenta, y una película que debería copar varias nominaciones importantes en la temporada de premios del cine español.
Valoración Golden Cinema:

Vencedora del Gran Premio del Jurado en el festival de Cannes, «A Hero» se ha convertido recientemente en la película que Irán envía este año a los Oscar como candidata a mejor película internacional, galardón que su director, Asghar Farhadi, ya ha ganado en dos ocasiones.

El característico estilo del director iraní está impregnado en todo el metraje de «A Hero», especialmente por su particular maestría en la narración. Una vez más, Farhadi nos introduce en su bola de nieve: a partir de una pequeña acción personal se desencadenan multitud de consecuencias que involucran a más personas, en una espiral de destrucción que recuerda a antiguas películas del iraní, como «El viajante», «Nader y Simin: una separación» o «A propósito de Elly».
Aunque también recurre a temas habituales dentro de su universo fílmico, como la ética, la moral o el honor, el eje central de este fantástico film radica en la importancia de la imagen que se proyecta, del parecer por encima del ser y del precio a soportar por intentar mantener esa proyección, real o no, a toda costa.

El reparto de la cinta al completo está a la altura, pero he de destacar a su protagonista, Amir Jadidi, que ofrece una interpretación repleta de carisma y cargada de matices. Es capaz de resultar enternecedor, de causar lástima, de resultar un tanto violento y desbocado, o un seductor, según las circunstancias.
«A Hero» es una de las obras cumbre de Farhadi, probablemente su película más inspirada tras «A separation» y será, sin duda, una de las grandes joyas de esta edición de la Seminci. Imprescindible.
Valoración Golden Cinema:
SPANISH CINEMA

Presentada por su propio director, que comentó las dificultades que tuvo la película hasta llegar a estrenarse, con el retraso provocado por el inicio de la pandemia de Covid-19 incluido, «La vida era eso» participó en el festival de Sevilla en el año 2020, donde Petra Martínez ganó un galardón por su interpretación.

Hay ocasiones en las que el valor de una película debe medirse por lo que transmite y aporta en su conjunto en lugar de enconarse en aspectos más específicos que distorsionen sus méritos. Es el caso de «La vida era eso», debut en el largometraje de David Martín de los Santos, una cinta que podría catalogarse como irregular, con ciertos cambios de tempo y tono que despistan, pero que exuda corazón por los cuatro costados y está escrita, dirigida e interpretada con sensibilidad y amor.
En «La vida era eso» dos mujeres españolas inmigrantes en Bélgica se conocen en un hospital y pese a sus diferencias -los momentos entre ellas resultan conmovedores pero también muy divertidos- forjan una amistad y cariño que provocan, tras un acontecimiento, que la mayor se embarque en un viaje en busca de las raíces de la otra, planteándose su forma de vivir tras conocer a personas de lo más dispares y después de diversas experiencias.

Aunque todo el reparto funciona a la perfección, destaco el particular papel de Florin Piersic Jr, además de la descomunal interpretación de Petra Martínez, que debería colocarla en todas las quinielas de la futura temporada de premios. Anna Castillo se gana al público con su frescura y naturalidad, aunque nuevamente su personaje recuerda a varios que ya ha interpretado antes, y también Ramón Barea está bastante correcto.
«La vida era eso» se estrena en la cartelera española en diciembre y conseguirá remover corazones, además de suponer un vehículo perfecto para el lucimiento interpretativo de Petra Martínez.
Valoración Golden Cinema: