La jornada del lunes en el FICX se antojaba jugosa para la prensa, con la proyección del último film de Brillante Mendoza como plato estrella. Sin embargo, resultó ser la más floja hasta ahora, con dos títulos que no terminaron de convencer por distinto motivo.
Taklub, la última incursión cinematográfica del reputado director filipino Brillante Mendoza, partía de ser un retrato de las circunstancias de los supervivientes del tifón Yolanda, que mató a 2500 personas en Filipinas. Para ello, los actores conocieron personalmente a los supervivientes de la tragedia, escuchando los crudos testimonios de éstos, para poder introducirse mejor en los personajes y que esta historia de recreación de la muerte y la fatalidad, paradójicamente cobrase vida.
A través de unas imágenes que impactan por sí solas y del uso y abuso de una música por completo melodramática, subrayando cualquier tipo de suceso trágico, poniendo al espectador sobre aviso y dándole directrices precisas para que sepa cuándo debe emocionarse, Taklub resulta excesivamente manipuladora y poco natural, logrando lo que parece imposible: que el espectador no empatice con el horror que le están mostrando.
Pese al poco éxito de la tarea principal de la cinta, Taklub cuenta con un apartado técnico notable, encabezado por una potente fotografía, que ayudan a que la película pase menos desapercibida.
Neon Bull fue la encargada de cerrar el visionado de prensa del lunes dentro de la sección oficial. Se trata de una coproducción entre países tan dispares como Brasil, Uruguay y los Países Bajos, y se ha convertido en la propuesta más débil y a su vez, sonrojante, de cuantas se han podido ver hasta el momento.
Con cierta perplejidad, el espectador asiste a una obra sin ningún tipo de coherencia, con una colección de personajes tan planos como aburridos, y con unos diálogos, cuando los hay, que sólo pueden provocar estupor.
El argumento aparentemente trata sobre un hombre que trabaja en las Vaquejadas, el tradicional rodeo del noroeste de Brasil, junto a un amigo y una bailarina exótica que también conduce camiones a la par que desatiende a su resabiada hija pequeña. El protagonista, pese a su rudo trabajo, tiene el anhelo de dedicarse al diseño de moda, lo que provoca jocosos comentarios por parte de su amigo.
Mientras esta trama tan insulsa avanza, asistimos a ciertas imágenes de afán provocativo que pueden llegar a sobrepasar el límite de lo obsceno y que realmente no aportan nada importante a la película, pero cuya existencia en pantalla grande debe ser la excusa de buscarles, sin éxito, una excusa argumental que las justifique.
Puntuaciones del lunes
Taklub – 4 / 10
Neon Bull – 2 / 10