El martes comenzó en el FICX con la exhibición para la prensa de Aferim!, dentro de su sección oficial. Haciendo uso del blanco y negro con el fin de evocar que la historia transcurre a principios del siglo XIX, la cinta rumana resulta tan cruel como sorprendentemente divertida.
En Aferim!, un policía es contratado por un boyardo para localizar a un esclavo gitano que huyó tras acostarse con la mujer de su amo. Por ello inicia un viaje a caballo junto a su hijo en la búsqueda del esclavo desaparecido, en el que predomina la sátira para describir las terribles situaciones propiciadas por el sistema.
Radu Jane consigue imprimir un tono y un ritmo envidiables, por lo que el espectador logra entrar en la cinta y en su particular humor poco a poco, sintiéndose culpable cuando determinadas situaciones le conducen a la carcajada.
Pese a todo, el mensaje conformista de Aferim! resta valor a ésta singular película.
Masaan fue la película de sección oficial proyectada por la tarde para la prensa. Con la intención de denunciar la desconexión entre las tradiciones de Benarés y la modernidad y libertad buscada por las nuevas generaciones hindúes, propone dos historias diferentes, relacionadas con la pérdida, cuyos protagonistas se encuentran en un punto de la obra. Ésta es una historia de segundos oportunidades, y por eso el tono es cálido pese a que lo cuenta es profundamente triste.
El film comienza con gran fuerza cuando una joven pareja pretende acostarse en un hotel y es sorprendida por la policía, quienes les acusan de indecencia, al no estar casados, provocando el suicidio del chico, incapaz de asumir el escándalo que se avecinaba, mientras la policía chantajea a la chica al grabarla en el hotel y la acusan de «cómplice de suicidio». Por otra parte, un joven se enamora perdidamente de una chica y se propone conquistarla, pero cuando lo logra surge un gran problema añadido: su diferencia de casta.
Tras semejante inicio, tan radical, cabía esperar una cinta interesante cuanto menos, pero lo cierto es que la película se diluye poco a poco y pierde todo su fuelle cuanto más avanza el metraje. Su principal problema es la forma en que las dos historias se van entremezclando sin mucho sentido, sacándote constantemente la una de la otra, pero tampoco logra que su denuncia se plasme de un modo adecuado, en parte por el tono almibarado de la cinta.
Puntuaciones del martes:
Aferim! – 6 / 10
Masaan – 4 / 10